En el pintoresco distrito de Huariaca, Pasco, Carlos Gómez Espíritu ha encontrado la manera perfecta de combinar sus dos grandes pasiones: la panadería y el violín. A sus 69 años, este talentoso músico y maestro panadero se levanta cada mañana a las 4:00 a.m. para preparar la masa de sus famosos panes, utilizando recetas heredadas de su familia. Mientras la masa reposa, Carlos toma su violín y llena su hogar con melodías que, según él, enriquecen el sabor de sus creaciones. «Siempre lo he hecho, mis padres me dijeron una vez que el insumo del pan debe recibir amor y una carga de emociones para que el sabor genere sentimientos en nuestros comensales», enfatiza Carlos.

Carlos es usuario del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y participa activamente en los encuentros de la Intervención de Saberes Productivos, organizados con el apoyo del municipio local. Junto a otros adultos mayores, presenta sus panes, bizcochuelos y rosquitas, que sorprenden y deleitan a todos los participantes. Sus panes de trigo, mezclados con agua caliente, anís, manteca, aceite y sal, se han convertido en una pieza fundamental en el desayuno de los vecinos de Huariaca.
Además de su talento culinario, Carlos también se dedica a fortalecer la cultura de su localidad, transmitiendo sus habilidades a las nuevas generaciones. «Hay clientes que comen su pancito con café, mientras yo toco el violín. No solo disfrutan de un rico desayuno, sino que se llevan una bonita experiencia», reflexiona Carlos, quien continuará horneando panes con sabor a recuerdos y emociones, gracias al apoyo de programas como Pensión 65 y Saberes Productivos.