Esmelda Campos Camizán, de 28 años, comenzó a sentir contracciones intensas mientras viajaba desde el Ramal de Aspuzana hacia Tingo María. A bordo de un vehículo de transporte público, con placa AXJ-557, el destino de Esmelda cambió inesperadamente cuando su bebé decidió llegar al mundo antes de lo previsto. El conductor, al percatarse de la urgencia, tomó una decisión crucial: desviar el trayecto hacia la comisaría de Pumahuasi en Huánuco, buscando ayuda inmediata.
Al llegar a la comisaría, los policías actuaron con rapidez y humanidad. Prepararon un espacio improvisado con un colchón y sábanas limpias, transformando la comisaría en un lugar de nacimiento. Con calma y determinación, asistieron a Esmelda durante el parto. Minutos después, entre esfuerzos y emociones, nació una niña de aproximadamente 3.3 kg, cuyo primer llanto resonó como un símbolo de vida y esperanza, llenando de alegría a todos los presentes.
Inmediatamente después del parto, los efectivos contactaron al SAMU, que llegó rápidamente para brindar la atención médica necesaria. Según el informe médico, tanto Esmelda como su recién nacida se encontraban en óptimas condiciones. La madre, lúcida y estable, y la bebé, con un estado general excelente, fueron trasladadas al Hospital de Tingo María para recibir atención adicional. Antes de partir, Esmelda, entre lágrimas de gratitud, agradeció el gesto humano y solidario de los policías.