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AGENCIAS  Juan Antonio Rubén Jiménez Cornejo (19) se dio un relax en su atareada vida como estudiante y moto taxista y se alistó para jugar fútbol.

Luego de dos encuentros, el estudiante bebió tres botellas de un conocido energizante para recuperar fuerza, al llegar a su casa ubicada en el mercado Selva Central por la vía Malecón comenzó a sentir escalofríos  y su abdomen empezó a hincharse. Su madre intentó curarlo con ortiga pero nada parecía reanimarlo, su hermano menor intentó darle los primeros auxilios, su padre lo llevó al hospital donde murió por un paro cardiaco.

Fue el hermano menor de la víctima, un adolescente de 17 años quién contó a los padres que lo único diferente que Juan tomó aquel día fueron las bebidas energizantes.