En un ambiente de profunda tristeza, la comunidad de Tarma despidió a Sheyla Mayumi Cóndor Torres, víctima de un atroz feminicidio que ha generado indignación en todo el país. La joven fue acompañada por familiares, amigos y vecinos, quienes exigieron justicia mientras le daban su último adiós en su natal Huasahuasi.
El crimen, perpetrado por Darwin Max Condori Antezana, un policía con antecedentes por agresiones sexuales, ha destapado graves deficiencias en las instituciones encargadas de proteger a las víctimas. El agresor, después de cometer el asesinato, intentó ocultar los restos en su departamento. Más tarde, decidió acabar con su propia vida ahorcándose y cortándose las venas en un intento de eludir la justicia.
Sheyla habría sido víctima de abuso y amenazas antes de ser asesinada, luego de haberse reunido con su agresor. Las investigaciones revelaron que el feminicida ya había sido denunciado por delitos graves, incluido un caso de violación grupal en el mismo lugar donde ocurrió este terrible crimen. Pese a ello, continuaba en servicio activo, lo que ha desatado críticas hacia la Policía Nacional.
La indignación de los familiares creció aún más al conocerse que inicialmente la denuncia de desaparición fue rechazada por la comisaría correspondiente. Fue gracias a la insistencia de la madre de Sheyla y las investigaciones de la fiscalía que se hallaron los restos de la joven y se esclarecieron los hechos.
La población de Tarma y el país entero claman por una reforma profunda en las instituciones encargadas de la seguridad y justicia, para evitar que crímenes como este sigan ocurriendo. La familia de Sheyla mantiene viva la esperanza de que se haga justicia plena para honrar su memoria.