Festividad

El corazón de Pasco late al ritmo de la fiesta de San Pedro y San Pablo, una celebración llena de fe y tradición que se vivió con intensidad en el distrito de Ticlacayán. Desde las primeras horas del día, los feligreses se reúnen en la iglesia del pueblo para participar en una misa solemne en honor a los santos patronos.

En un ambiente de devoción y gratitud, los asistentes renuevan su compromiso de fe y agradecen a San Pedro y San Pablo por los milagros concedidos. La ceremonia religiosa culmina con una emotiva procesión en la que participan los mayordomos, los jóvenes, los niños, las bandas de música y las orquestas, quienes acompañan a las imágenes de los santos por las calles del pueblo.

La celebración continúa con un despliegue de cultura y sabor. Las danzas típicas, como la Chonguinada, la Tunantada y el Auquizdanza, se apoderan de las calles, llenando el aire de ritmo y colorido. Los danzantes, vestidos con trajes típicos y máscaras, deslumbran a los asistentes con sus movimientos ágiles y rítmicos, contagiando a todos de alegría y entusiasmo.

Pero la fiesta de San Pedro y San Pablo en Ticlacayán no solo es una fiesta para los ojos, también es una fiesta para el paladar. Los asistentes pueden degustar una variedad de platos típicos de la región, como el picante de cuy, el chicharrón y el mote de queso, acompañados de una refrescante chicha de jora.

La fiesta de San Pedro y San Pablo en Ticlacayán es una muestra de la riqueza cultural y religiosa de la región, en la que la fe y la tradición se unen para crear una experiencia única e inolvidable. Los feligreses y turistas que asisten a esta celebración pueden disfrutar de una jornada llena de emoción, devoción y alegría. Si tienes la oportunidad de visitar Ticlacayán en estas fechas, no dudes en unirte a la celebración y vivir una experiencia auténtica y llena de sabor.

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