
A través de Cárceles Productivas, más de 500 internos de diferentes establecimientos penitenciarios a nivel nacional han encontrado en el uso efectivo del tiempo, la labor de ser artesanos y se encuentran inscritos en el Registro Nacional de Artesanos en Mincetur.
Los internos artesanos destacan en diferentes talleres como en la elaboración de toritos de Pucará en el penal de Lurigancho, la cerámica utilitaria en alta temperatura con la que presentan productos como tazas para cafeterías de diferentes tamaños, color y diseños, estos trabajos se elaboran en el taller del penal de Miguel Castro Castro.
Mientras que en el penal de mujeres Virgen de Fátima, las destrezas de las internas se expresan en los nacimientos en miniatura, aquí la precisión y el detalle hablan de la belleza de su trabajo.
La habilidad y creatividad de la artesanía, también llegan a otros penales donde los internos artesanos hacen verdaderas obras de arte, “diversos productos son exportados a Bolivia y a Chile” indicaron.