En huevos de gallina pretendían ingresar sustancia ilícita al penal Ancón II durante una visita femenina. Los agentes penitenciarios frustraron el intento al revisar detalladamente los víveres que una ciudadana llevaba para un interno.
Durante la inspección, los agentes de seguridad examinaron los artículos de aseo y alimentos embolsados, entre los que se encontraban siete huevos. Al abrirlos por su dudosa apariencia, se constató que el contenido había sido alterado y reemplazado por una sustancia de color verde, presuntamente marihuana.
La acción de seguridad fue supervisada por las autoridades del penal, quienes comunicaron el hecho a la Policía Nacional del Perú y al Ministerio Público. El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) enfatiza que el ingreso de sustancias y artículos prohibidos a los recintos penitenciarios se castiga con pena privativa de la libertad.