A media hora del distrito de Mazamari (Satipo – región Junín) se ubica el Fundo «Villa Elena», allí encontramos a Henry Morveli Sullón podando sus plantas de cacao. Este agricultor de 35 años creció entre el exquisito aroma de las plantaciones cacaoteras y los secretos de un buen cultivo que heredó de su padre y que perfeccionó gracias a los talleres dictados por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA).
Morveli recuerda, con orgullo y algo de nostalgia, cómo inició la Asociación Santa Rosa de Chiriari que hoy dirige: en 2007 eran tan solo 20 productores. «Nuestra dedicación y compromiso hizo que podamos ser una organización consolidada. Hoy somos 121 personas trabajando en lo que más nos gusta», comenta.
En 2011, la asociación se fortaleció más gracias al certificado de cacao que obtuvo con el financiamiento de DEVIDA, desde ese momento, empezó a expandirse. En 2010 vendieron 11 toneladas de cacao y al 2017 lograron comercializar 532 toneladas.
A través del Programa de Desarrollo Alternativo en Satipo (DAS) financiado por DEVIDA que se instaló en 2014, lograron obtener apoyo por tres años en asistencia técnica, manejo de cacao, poda, control de plagas y enfermedades, y se incrementaron áreas de cultivo de cacao.
Henry Morveli ha podido crecer a nivel profesional, pues como gerente general de la asociación tuvo la oportunidad de realizar pasantías y conocer organizaciones más grandes y amplias experiencias.