
ANDINA Un rap en matsigenka y asháninka, pronunciadas por voces femeninas, sorprendió al público que asiste al colegio Bartolomé Herrera de San Miguel, en Lima, una de las sedes de los Juegos Escolares 2019.
Juegos Escolares
Dayssi Yurleni Pérez Maeni, de 14 años, originaria de la comunidad nativa de Ticumpinía-Chocoriari, distrito de Megantoni, provincia de La Concepción, región Cusco, inició la tonada en lengua matsigenka y luego recibió una réplica en lengua ashaninka.
Con entusiasmo y garra, y animada por sus compañeras de equipo, lanzaba arengas a su selección en ritmo de rap, pero con frases muy positivas y expresando su deseo de que gane el mejor en la competencia.
En la escuela donde cursa el tercer grado de secundaria -el colegio I. E. N° 64553 Ticumpinía-, la adolescente recibe clases en matsigenka, en español y en quechua.
Dayssi destaca que hablar esta lengua forma parte esencial de su identidad, y considera importante reproducir textos y canciones en ella.
Las chicas de lengua ashaninka no se quedaron atrás. La pequeña Esmeralda Ortega Cavati, de 13 años, originaria de la comunidad de Miritiriani, Puerto Bermúdez, Oxapampa, en la región Pasco, le siguió el paso con frases de aliento y de buena vibra para la competencia.
Esmeralda tiene muy presente el legado de su idioma, y señala que, así como sus ancestros se comunicaban en esa lengua, nadie debe sentir vergüenza de hablar un idioma nativo.
Anota que en su comunidad es bastante frecuente que la gente se entretenga rapeando y cantando, sea en asháninka o en español, por lo que fue adoptando interés en esta actividad, así como en el fútbol, ambas tradicionalmente masculinas.
«Al principio pensé que tenía que ser varón para rapear y jugar fútbol, pero en esta vida todo se puede, no importa que seamos hombres o mujeres», dijo a la Agencia Andina.