
Don Eleuterio Sosa, coge un puñado de maíz y deja caer los granos, al cual las gallinas se arremolinan, luego que se satisfacen, las aves van a los bebederos. Todas las mañanas y por las tardes, se recoge los huevos, una parte para la alimentación de la familia y el resto para la venta, en canastitas al pie del camino.
“Todas las mañanas, a medio día o en la tarde aparecen los huevos en cualquier parte del galpón. Lo vemos como alimento, pero también como dinero. Es una alegría para todos los socios de nuestro negocio”, refiere Hugo Valdivia Tadeo, vicepresidente del emprendimiento de crianza de gallinas “La Nueva Esperanza” en el caserío de Cullhuas, comunidad campesina de Vitor, distrito de Carhuaz, provincia de Huaylas, en Ancash.
El director ejecutivo de Foncodes, Wilber Venegas Torres, señaló que muchas de estas familias han hecho de la crianza de gallinas un emprendimiento, para lo cual se han organizado alrededor de una idea de negocios y lograron obtener financiamiento tras participar en el concurso de emprendimientos rurales inclusivos de Haku Wiñay/Noa Jayatai.
Los huevos de gallina forman parte del grupo de alimentos más completos para el ser humano, especialmente para los niños en etapa escolar. Ahora, los hijos de estos emprendedores se alimentan mejor.
Para producir huevos no se necesita gran inversión, ni de gran espacio, apenas un galpón, donde tenga alimentos, agua y control medicinal. Con la venta de huevos las familias lograr tener ingresos económicos y, así, afrontan gastos como la compra de útiles escolares y productos para la casa como azúcar, sal y otros comestibles necesarios.
Las pollas inician la postura a los 5 o 6 meses de vida. En primavera y verano las gallinas ponen mayor cantidad de huevos, se tienen que recolectar de 2 a 3 veces al día.
El negocio de la crianza de gallinas, dice, empezó tras resultar ganadores del concurso de emprendimientos rurales inclusivos. Con el dinero obtenido compraron 100 gallinas, instalaron los bebederos y compraron los medicamentos. El galpón lo hicieron con los materiales de la zona, lo mismo que la alimentación con el maíz que cultivan. “Después que termina el ciclo de postura (2 años en promedio), las gallinas serán vendidas como carne”.
Desde el año 2012 a la fecha, 118 mil 434 familias rurales de 23 departamentos del país cuentan con módulos de crianza de gallinas de postura destinado a la alimentación de las familias y venta en los mercados locales y regionales.
¿Cómo implementar el negocio?
Es muy importante que las gallinas tengan un lugar para vivir, allí estarán más seguras, sanas, mas gordas y podrán más huevos. El galpón o gallinero debe estar ubicado cerca de la vivienda, en lugares planos, ventilados y secos. Deben estar alejados de otros animales para evitar contagien sus enfermedades.
Las paredes pueden ser de adobes de tierra, o madera. Tiene que ser una construcción que no permita la entrada a roedores, pájaros y aves de rapiña, además de las temperaturas altas y bajas. El gallinero debe tener entradas de luz y se debe evitar la humedad, la temperatura ideal entre 22 y 25 grados centígrados.