
La oficina de la Defensoría del Pueblo en Pasco dirigió una supervisión a los dos centros de acogida residencial con que cuenta esta región, al término de la cual se pudo detectar que, si bien se han acogido algunas de las recomendaciones planteadas para mejorar sus servicios, persisten diversas deficiencias en aspectos como infraestructura, seguridad y estado de las instalaciones eléctricas.
El recorrido comprendió al Centro de Acogida Residencial San Francisco de Asís, donde pudo comprobarse que la plancha de madera que cubre el techo de una de las habitaciones se había desprendido, poniendo en riesgo la integridad de quienes ocupan dicho espacio. Además, en el área de recreación y en uno de los corredores se encontraron ventanas de vidrio rajadas.
La situación fue similar en el Centro de Acogida Residencial Aldea Infantil San Nicolás I, donde se evidenció que los extintores habían vencido en septiembre último. Además, se pudo observar la presencia de moho en diversas habitaciones, como resultado de la humedad que se genera al no contar con una ventilación adecuada.
Otro hecho que se advirtió fue que las ventanas de algunas habitaciones no cuentan con manijas que permitan su adecuado cierre, lo que implica que estas se encuentren entreabiertas todo el día, incluso en horas de la noche. Según explicó la jefa de la sede defensorial de Pasco, Raquel Álvarez, esta situación pone en riesgo la salud de niñas y niños, más aún si se tiene en cuenta el clima frío de la ciudad, con temperaturas que pueden descender bajo cero.
Además, precisó que se encontró interruptores y tomacorrientes expuestos en diversos puntos del establecimiento, que ponen en riesgo la integridad de sus ocupantes, ante la posibilidad de que ocurra cualquier accidente por esta situación.
Al respecto, la representante de la Defensoría del Pueblo precisó que en 2019 y 2020 se desarrollaron dos supervisiones en las que se formularon distintas recomendaciones que han sido acogidas en gran medida. En ese sentido, señaló que, si bien se perciben avances en aspectos como el abastecimiento de agua y el mantenimiento a sus ambientes, se ha identificado algunas condiciones que continúan afectando la salud e integridad de las niñas y los niños acogidas/os en dichas instalaciones.
Álvarez advirtió, también, que ambos CAR albergan a más de medio centenar de niñas y niños, por lo que es necesario que se adopten medidas inmediatas para que los ambientes con que cuentan ambos establecimientos se encuentren dotados de las mejores condiciones para garantizar los derechos y el desarrollo de sus ocupantes. Asimismo, indicó que se realizará el seguimiento a las acciones, por parte de los responsables de los CAR y las autoridades competentes, para revertir las deficiencias encontradas.